Pasar al contenido principal

Gran Caimán, Islas Caimán, 9 de diciembre de 2020. El CCRIF ha realizado pagos por un total de US$30,6 millones al Gobierno de Nicaragua tras el paso de los ciclones tropicales Iota y Eta, que tocaron tierra como huracanes de categoría 4 a lo largo de la costa nicaragüense en un periodo de dos semanas en noviembre. Ambos huracanes provocaron deslizamientos de tierra e inundaciones, desplazando a miles de personas, y el Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres de Nicaragua (SINAPRED) informó que al menos 16 personas murieron y muchas siguen desaparecidas. El CCRIF expresa sus condolencias a todas las familias que han perdido a sus seres queridos y sabe que estos pagos, si bien son importantes para ayudar a abordar las necesidades inmediatas y para cerrar la brecha de protección, nunca podrán compensar las lesiones y la pérdida de vida.

Los eventos de la temporada de huracanes de 2020 y sus impactos en los países de Centroamérica recuerdan mucho a la temporada de huracanes del Atlántico de 2017 que azotó a muchos países del Caribe, lo que resultó en que la Comunidad del Caribe (CARICOM) declarara acciones para hacer del Caribe la primera región resiliente al clima en el mundo. Según el Director Ejecutivo del CCRIF, el Sr. Isaac Anthony, “Nos gustaría contribuir a crear un entorno para mayores niveles de cooperación Sur-Sur entre el Caribe y Centroamérica, ya que enfrentan peligros naturales similares y tienen vulnerabilidades similares. Estamos comprometidos a través de nuestras próximas sesiones de planificación estratégica en 2021 a crear estrategias y actividades más allá de las enfocadas en la protección financiera que ayudarían a unir estas dos regiones para compartir las mejores prácticas, lecciones aprendidas y experiencias en la gestión del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático que ayudan a impulsar las agendas de sostenibilidad de ambas regiones”.

Estos pagos significan que, hasta la fecha, el CCRIF ha realizado un total de 48 pagos a 14 de sus gobiernos miembros, por un total de aproximadamente US$194 millones – todo dentro de los 14 días posteriores al evento. Los pagos del CCRIF pueden ser relativamente pequeños comparados con el costo total de la reconstrucción, pero su valor consiste en proporcionar liquidez rápida a los gobiernos inmediatamente después de un desastre de origen natural, lo que les permite abordar sus necesidades más inmediatas. Según las evaluaciones realizadas por el CCRIF, más del 65 por ciento de los pagos de los miembros han sido utilizados por los gobiernos para abordar las necesidades de alimentos, agua, medicamentos y refugio de sus ciudadanos más vulnerables después de un desastre natural.

El huracán Iota fue el último huracán en la temporada récord de huracanes del Atlántico de 2020, que fue la temporada de huracanes en el Atlántico más activa registrada en términos de número de ciclones tropicales, con 30 tormentas con nombre, 13 huracanes y 6 huracanes importantes. De hecho, esta es la primera vez en la historia registrada que dos huracanes de categoría 4 han afectado el mismo lugar en un periodo de dos semanas.

Acerca del CCRIF SPC:
El CCRIF SPC es una sociedad de cartera segregada, que es propiedad de, opera y está inscrita en el Caribe. Limita el impacto financiero de huracanes catastróficos, terremotos y eventos de exceso de lluvia a los gobiernos del Caribe y Centroamérica al proporcionar rápidamente liquidez a corto plazo cuando se activa una póliza de seguro paramétrico. Es el primer fondo regional del mundo que utiliza seguro paramétrico, dando a los gobiernos miembros la oportunidad única de comprar cobertura de catástrofes de terremoto, huracán y exceso de lluvia al precio más bajo posible. El CCRIF fue desarrollado bajo la dirección técnica del Banco Mundial y con una subvención del Gobierno de Japón. Fue capitalizado mediante contribuciones a un Fondo Fiduciario de Donantes Múltiples (MDTF) por el Gobierno de Canadá, la Unión Europea, el Banco Mundial, los Gobiernos del Reino Unido y Francia, el Banco de Desarrollo del Caribe y los Gobiernos de Irlanda y las Bermudas, así como a través de las cuotas de afiliación pagadas por los gobiernos participantes. En 2014, el Banco Mundial estableció un segundo Fondo Fiduciario de Donantes Múltiples (MDTF) para apoyar el desarrollo de los nuevos productos del CCRIF SPC para miembros actuales y potenciales, y facilitar la entrada para los países centroamericanos y países caribeños adicionales. El MDTF actualmente canaliza fondos de varios donantes, incluyendo: Canadá, a través de Global Affairs Canadá; los Estados Unidos, a través del Departamento de Hacienda; la Unión Europea, a través de la Comisión Europea y Alemania, a través del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo y el KfW. Financiamiento adicional ha sido provisto por el Banco de Desarrollo del Caribe, con recursos provistos por México; el gobierno de Irlanda; y la Unión Europea a través de su Mecanismo de creación de resiliencia regional gestionado por el Mecanismo mundial para la reducción y recuperación de desastres (GFDRR) y el Banco Mundial.

Español